El Ayuntamiento de Murcia ha solicitado el estudio de viabilidad para el derribo del antiguo estadio Nueva Condomina. El concejal de deportes murciano, Miguel Cascales Tarazona, ha explicado que allí se ubicará un espacio deportivo y de ocio para todas las edades. Las nuevas instalaciones estarán repartidas sobre una superficie de 20.000 metros cuadrados. Eso sí, el complejo no dispondrá de parking por temor a que encuentren restos arqueológicos que paralicen la obra.
Cuándo lo veremos
Las palabras no se las lleva el viento y Cascales anunció en 2009 que estaría lista la primera fase del proyecto, como ya lo adelantamos hace una semana en un post. Eran mejores tiempos y el presupuesto de la concejalía de deportes en 2008 situaba a Murcia como la segunda ciudad de España que más dinero invertía con 34.121.000 euros. En esta obra el estudio de viabilidad es el primer paso, aún falta saber: previsión sobre la demanda, incidencia económica y social, conocer otras fuentes de ingresos o inversores, valoración de informes urbanísticos, estudios de impacto ambiental, análisis del proyecto y concurso público del mismo y reordenación de la parcela, entre otras acciones. Lo que se traduce en que aún faltan varios años para que el proyecto sea una realidad.
Cascales en la diana de Samper
Por otra parte, el propietario del Real Murcia, Jesús Samper Vidal, vuelve a la carga y en unas declaraciones a Onda Regional ha dicho que, ante la falta de subvenciones, la actitud del edil, Miguel Cascales, ‘es un desprecio al Real Murcia’. Además añadió que: ‘Me sorprende el trato que estamos recibiendo. Esa no es la forma de actuar, las cosas si se quiere, se resuelven’
Esto no es nuevo, ya que hace unos meses en Cadena Ser, Samper declaró que Cascales ‘no me da cariño’, e indicó la posibilidad de llevarse el equipo de fútbol a Molina de Segura, municipio al que le une un convenio con el Club Deportivo Molinense.
En Nueva Condomina el Real Murcia se encarga del estado del cesped, pero Samper quiere que el consistorio murciano abone todas las facturas del agua desde la inauguración del estadio en 2006. El pulso está echado.